| Rompo las aceras en cada traspiés,
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| ¿qué haces?, ya ves, me siento tan bién
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| cuando no me ves hacer mi función,
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| calcando mi piel en trozos de papel,
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| contar las baldosas de mi habitación,
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| cruzan mi semblante en alguna ocasión
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| ganas de abrazarme a la sinrazon
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| si tó lo que miro me dice que no,
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| ¿qué es de tu vida?, me alegro de verte
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| solo como nunca, solo como siempre…
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| despellejo un corazón en las zarzas de mi voz
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| y me mata el mismo sol que a ti te alumbra y
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| me comen las pulgas y dibujo con mis manos
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| en la mañana temprano tus ojotps en el techo…
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| y se rompen los cristales en mi pecho
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| y pienso en los dos al compás de la tos,
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| tan mal no lo he hecho, me vi a cagar en dios,
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| tu lo sabes bien, que le voy a hacer,
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| si no me hacen caso mis piés,
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| solo queda contentarse con los restos,
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| comerse los huevos por todos aquellos
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| que beben a morro de ti, de tus besos,
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| morirse un poquito con tanto silencio,
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| cerrar las cortinas, buscar otro aliento,
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| despellejo un corazón en las zarzas
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| de mi voz y me mata el mismo sol que a ti
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| te alumbra y me comen las pulgas y dibujo
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| con mis manos en la mañana temprano
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| tus ojitos en el techo. |
| por lo bien que lo hemos… |